Los graduadosLos Teen Angels se preparan para el final de "Casi ángeles" y traen al Orfeo el show de la tira. Los varones de la banda cuentan cómo viven el momento.
Peter Lanzani, Nicolás Riera y Gastón Dalmau, el trío que acapara la atención de la mayoría femenina que integra la audiencia de la telenovela juvenil.
Cuatro años después de convertirse en celebridades, Peter, Gas y Nico, los tres varones de Teen Angels, caballos y alfiles del juego impecable que abrió Casi ángeles en el segmento más fiel de la audiencia nacional, acusan el desarrollo de algunas destrezas extraordinarias. Pueden, por ejemplo, identificar entre las fanáticas que se desbordan a su paso, a cuál de ellos profesa cada una su amor incondicional. Es una especie de radar intransferible. Gastón detalla: “Cuando ves una chica podés adivinar, por ejemplo, si es fan de Peter, y acertás seguro. Hay una lógica. Las adolescentes son de Peter. Yo tengo las madres y las chiquitas. A Nico lo siguen las de 20 y pico. Hicimos un estudio de mercado, está todo comprobado”, dice, y hay un poco de resignación en el tono.
El trío pasó por la ciudad para promocionar la llegada del espectáculo de la tira, que se montará con la puesta original desplegada en el Gran Rex en el invierno pasado, que se verá el sábado 6 de noviembre en dos funciones en el Orfeo.
Se los ve contentos, siguen entusiasmados por el recibimiento de a miles que tuvieron en la ciudad. Coincidieron con Chayanne en el hotel donde pararon, y los pone todavía más contentos saber que todas las chicas que hacían guardia en la puerta estaban ahí sólo por ellos. Cuestión de camisetas, una fidelidad que agradecen con sonrisas de publicidad. Este año lo fueron a ver 160 mil personas al Gran Rex y el número los sorprende tanto como los abruma. No se lo imaginan, y siguen agradeciendo. “Eso tiene que ver con el trabajo de la producción y lo que hacemos nosotros también”, apunta y dispara Nico. “En ningún momento nos quedamos en lo cómodo, tratamos de esforzarnos, cambiar, probar cosas distintas. El año pasado por ejemplo, que hubo muchos viajes en el tiempo en la serie, con tramas que eran complicadas de entender, no era la clásica historia de amor adolescente en la que se pelean y vuelven. Eso estaba y además se contaba otra cosa. En un punto arriesgaba porque lo otro ya funcionaba bien. Todos los años hubo desafíos”.
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