Mariana Espósito y Gastón Dalmau, de Teen Angels, que actúan hoy en el estadio cubierto de Newell’s, hablan de las carencias de afecto que sufre su generación.
Mar, Thiago, Jazmín, Rama y Tacho vuelven a Rosario. Pero no será un show más. Los Teen Angels, un apéndice del éxito de "Casi ángeles", llegan hoy, a las 15.30, al estadio cubierto de Newell’s (Parque de la Independencia) a presentar el que podría ser el último show de la banda en la ciudad. Mariana Espósito (Mar) y Gastón Dalmau (Rama) le confesaron a Escenario esta sensación de tristeza por el ciclo terminado, pero a la vez la satisfacción por el deber cumplido. "A esta generación se le sacó el encanto por todo y este programa apunta a darles un buen mensaje a los adolescentes", dijo Mariana.
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Los cinco Teen Angels harán pie en la ciudad en un regreso cargado de nostalgias. Es que acaban de filmar el capítulo 112, el último de la cuarta y última temporada de "Casi ángeles", y se les hace inevitable recordar los momentos felices y no tanto de estos cuatro años.
"No hay nada mejor para un adolescente que sentirse reflejado por otro adolescente. Y eso es lo que hizo el programa siempre", le dice Mariana a este diario, en un alto de la grabación de la escena final, que promete más de una sorpresa y el regreso de personajes de todas las temporadas que salieron al aire por Telefé. "Cuando leí el último capítulo dije: «¿queeé?». La verdad es que no lo podía creer, pero no puedo contar mucho", destacó con la cuota de misterio que corresponde para estos casos.
Mariana parece ser la que mejor sabe expresar en el grupo el concepto de la tira juvenil e incluso de la estética de Cris Morena, a quien considera un referente en el género. “Todos la critican pero todos la copian”, dice en una frase inequívoca más que cercana a la realidad televisiva de estos tiempos.
“Nuestras canciones dejan un mensaje, son canciones que dicen cosas, los chicos se identifican con eso, vemos cómo ellos se interesan por el mensaje, están atentos a lo que se habla en la novela. es una novela diferente, por eso estamos hace cuatro años al aire”, destaca.
Al momento de ponerse detallista con las temáticas que se abordan, no duda un segundo: “Hacemos 150 canciones por año y hay 150 temas diferentes. Y todos tienen que ver con el crecimiento, con cómo ser en la vida, o cómo ser con los amigos, con el futuro del ser humano y el futuro del mundo. A eso le dan mucha bola los chicos, nos damos cuenta por lo que nos dicen en la calle o internet. No hay ningún programa para chicos que hable de todo esto”.
Para Gastón Dalmau, los que siguen la tira tienen dos miradas diferenciadas. “Algunos nos idealizan un poco, pero hay otros que nos ven como alguien familiar. A veces me saludan por la calle como si fueran amigos de toda una vida, y es que ellos hace años que te ven cada tarde en la televisión”.
Espósito dijo que en todos estos años de “Casi ángeles” le pasó algo “muy raro”, porque iba desarrollando al aire un tema y a la vez muchas veces lo iba viviendo en su vida real. Y tiene una visión que se aleja del glamour que supuestamente rodea la tira. “Yo pienso que a esta generación, y me incluyo, se le sacó el encanto por todo. Hay un capítulo de «Casi ángeles», que a mí me parece uno de los mejores, que se llama «Generación desencantada» y habla justamente de eso”.
Cuando cita “eso”, Mariana da rienda suelta a una problemática muy juvenil. “En ese capítulo se mostraba cómo el adulto debería encargarse de darle sueños, actividades y una carrera para que un chico crezca, sin darse cuenta que ese chico es el futuro del país y del mundo”, indicó.
En este punto, Espósito enfocó cómo ve a los adolescentes, sean o no fans de la tira. “Los chicos tratan de llamar la atención todo el tiempo, se ve con las tribus, se nota en internet. Los chicos con problemas de violencia no son más que reclamos de afecto y de búsqueda de atención de un adulto que está mirando para otro lado. Este es un mundo individualista y egocéntrico”, calificó.
En la misma sintonía, Gastón opinó: “Los chicos buscan afecto, y quieren identificarse con alguien o algo. Los valores de las personas se empiezan a perder, y ”«Casi ángeles» siempre reparó en eso, en que no se llegue a ese límite. Sentimos que estamos dando un apoyo para ellos, y no hay muchos programas que aborden este tipo de problemáticas comunes en los adolescentes”.
Cuando la Argentina vive uno de sus momentos más politizados en mucho tiempo, Mariana nota otra expectativa en los menores. “Ellos están ajenos totalmente a la política. No escucho chicos que digan a quién votar o que votan en blanco. A los chicos no les interesa nada, por eso Cris vive para llevarle un mensaje claro a los chicos, el chico ve que acá (en la novela) se les da interés, se habla de ellos”, destacó.
Fuente: La Capital
"No hay nada mejor para un adolescente que sentirse reflejado por otro adolescente. Y eso es lo que hizo el programa siempre", le dice Mariana a este diario, en un alto de la grabación de la escena final, que promete más de una sorpresa y el regreso de personajes de todas las temporadas que salieron al aire por Telefé. "Cuando leí el último capítulo dije: «¿queeé?». La verdad es que no lo podía creer, pero no puedo contar mucho", destacó con la cuota de misterio que corresponde para estos casos.
Mariana parece ser la que mejor sabe expresar en el grupo el concepto de la tira juvenil e incluso de la estética de Cris Morena, a quien considera un referente en el género. “Todos la critican pero todos la copian”, dice en una frase inequívoca más que cercana a la realidad televisiva de estos tiempos.
“Nuestras canciones dejan un mensaje, son canciones que dicen cosas, los chicos se identifican con eso, vemos cómo ellos se interesan por el mensaje, están atentos a lo que se habla en la novela. es una novela diferente, por eso estamos hace cuatro años al aire”, destaca.
Al momento de ponerse detallista con las temáticas que se abordan, no duda un segundo: “Hacemos 150 canciones por año y hay 150 temas diferentes. Y todos tienen que ver con el crecimiento, con cómo ser en la vida, o cómo ser con los amigos, con el futuro del ser humano y el futuro del mundo. A eso le dan mucha bola los chicos, nos damos cuenta por lo que nos dicen en la calle o internet. No hay ningún programa para chicos que hable de todo esto”.
Para Gastón Dalmau, los que siguen la tira tienen dos miradas diferenciadas. “Algunos nos idealizan un poco, pero hay otros que nos ven como alguien familiar. A veces me saludan por la calle como si fueran amigos de toda una vida, y es que ellos hace años que te ven cada tarde en la televisión”.
Espósito dijo que en todos estos años de “Casi ángeles” le pasó algo “muy raro”, porque iba desarrollando al aire un tema y a la vez muchas veces lo iba viviendo en su vida real. Y tiene una visión que se aleja del glamour que supuestamente rodea la tira. “Yo pienso que a esta generación, y me incluyo, se le sacó el encanto por todo. Hay un capítulo de «Casi ángeles», que a mí me parece uno de los mejores, que se llama «Generación desencantada» y habla justamente de eso”.
Cuando cita “eso”, Mariana da rienda suelta a una problemática muy juvenil. “En ese capítulo se mostraba cómo el adulto debería encargarse de darle sueños, actividades y una carrera para que un chico crezca, sin darse cuenta que ese chico es el futuro del país y del mundo”, indicó.
En este punto, Espósito enfocó cómo ve a los adolescentes, sean o no fans de la tira. “Los chicos tratan de llamar la atención todo el tiempo, se ve con las tribus, se nota en internet. Los chicos con problemas de violencia no son más que reclamos de afecto y de búsqueda de atención de un adulto que está mirando para otro lado. Este es un mundo individualista y egocéntrico”, calificó.
En la misma sintonía, Gastón opinó: “Los chicos buscan afecto, y quieren identificarse con alguien o algo. Los valores de las personas se empiezan a perder, y ”«Casi ángeles» siempre reparó en eso, en que no se llegue a ese límite. Sentimos que estamos dando un apoyo para ellos, y no hay muchos programas que aborden este tipo de problemáticas comunes en los adolescentes”.
Cuando la Argentina vive uno de sus momentos más politizados en mucho tiempo, Mariana nota otra expectativa en los menores. “Ellos están ajenos totalmente a la política. No escucho chicos que digan a quién votar o que votan en blanco. A los chicos no les interesa nada, por eso Cris vive para llevarle un mensaje claro a los chicos, el chico ve que acá (en la novela) se les da interés, se habla de ellos”, destacó.
Fuente: La Capital
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